Un homenaje a una persona que ya no estará y que definitivamente me enseñó, sin querer ni pretender hacerlo, a tratar de ver la vida y actuar frente a ella de otra manera, más humana y natural. Compartimos juntos muchas cosas, como gustos musicales, ideas de todo tipo, vacaciones, carretes, entre muchas otras cosas. Me dejó admirado su entereza para enfrentar lo que lo fue haciendo cada vez más débil físicamente, pero que lo hizo más fuerte para pensar, crear, expresar, entender, relacionarse con el resto y hacer su vida.
Disculpame por descuidar nuestra amistad este último tiempo, pero nunca se sabe en estos casos cuando uno realmente no va a tener la posibilidad de volvernos a ver. Creo que la última vez que te vi te abracé fuerte, y siempre que me despedía de ti lo hacía, por que temía que estos descuidos podían hacer que no te volviera a ver. Creo que con todas las experiencias que vivimos juntos después de tu primera hospitalización, cumpliste y cumplimos con despedirnos y dejaste en mi, y en varios, el recuerdo de alguien muy especial.
Me alegro de que por fin descances, aunque no te puedo decir que no me duele, por que pierdo a alguien que me entendía y me enseñaba como pocos lo han hecho.
Arquitecto, artista, deportista, cocinero, amigo, hermano. Tus amigos te quisimos y te queremos mucho.
Chau Tomás.
Alonso Arriagada Monreal.
